“Todavía no puedo creer que sea mi camiseta”
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“Todavía no puedo creer que sea mi camiseta”

César Ibáñez dialogó en exclusiva con la Web Oficial tras la viralización de una foto de Diego Armando Maradona posando con la camiseta del Globo. Pero no cualquier camiseta. La casaca que vistió el 10, fue la del defensor quemero que contó sus sensaciones y emoción al enterarse.

 

El directivo Abel Poza le acercó un último presente. A Maradona le brillan los ojos. Ese astro y dueño de la historia en el fútbol mundial cumple su deseo desde que regresó a la dirección técnica en Argentina: recibir una camiseta de juego tras el encuentro. No un homenaje, no una prenda dedicada. La piel de uno de los rivales que lo enfrento, siempre con admiración y profundo amor. El destino o el azar, vaya uno a saber cuál, decidieron que ese último regalo recibido en una noche para el recuerdo, fuera de nada más ni nada menos que de otro futbolista surgido de Villa Fiorito, el defensor quemero, César Ibáñez.

¿Te enteraste que es tu camiseta la que posó con la foto?
«No, la verdad que no. Recién ahora me estoy enterando que era mi casaca y todavía no lo puedo creer que de todas las que le dieron justo la mía fue la que agarró».

¿Qué te generó?
«Primero me sorprendió, no lo creía y bueno después cuando me enteré que era verdad me emocionó mucho, no lo podía creer que justo Maradona, un ícono del fútbol mundial, tenga una remera mía es una locura que nunca la voy a olvidar».

¿Sabías que se la había llevado en su visita al Ducó?
«No, no tenía conocimiento. Recién ahora me entero también que se la habían dado. Lo único que sabía era que le habían dado camisetas pero no sabia de quién y ahora me entero que es mía la que tiene y todavía no lo puedo creer, ja».

¿Cómo recordás ese encuentro? Pudiste hablar con él, sacarte alguna foto?
«Durante no pude hablar por que si le hablaba me iba a ir del partido y fue por eso que trataba de ni mirarlo pero no podía, es Maradona. Después que terminó, sí. Fui, le hablé, le dije que era de Fiorito como él, me miró y se empezó a reír. Me dijo ‘Villa Fiorito, ¡vamos!’. Después, Pedro Dispagna, el médico del plantel, me sacó tremenda foto que ya la tengo en un cuadro».

¿Qué representa él para cualquier jugador?
«La verdad significa mucho, me acuerdo que todos queríamos que llegara ese partido para poder verlo a él y bueno, justo fue en nuestra casa, mejor todavía. Esa noche fue única para todos, creo yo».

¿Pensás con algún día ver en su museo tu camiseta en un cuadro?
«Ojalá. ¿te imaginas ver mi camiseta ahí junto con camisetas de grandes jugadores? Sería algo épico y muy emocionante para mí, la verdad es que no lo podría creer, sería un recuerdo que me quedaría para toda la vida».