¿Sabías que Néstor Rossi fue jugador y director técnico de Huracán al mismo tiempo?
Tras una carrera balompédica de ensueño, «La Voz» llegó a La Quema en 1959 para cumplir con una dualidad funcional y laboral propia de un cuento de fantasía: hasta 1961, año de su retiro como futbolista, manejó los hilos del elenco huracanado tanto desde el adentro como el afuera de las líneas laterales.
Cerebro hecho pelota y campo de juego, de haber un indicado para jugar esa partida ajedrecística, él era. En realidad, siempre tuvo parte directiva: con sus afamados gritos, ya cuando joven centrocampista ordenaba a todos sus compañeros (además de encoger rivales y presionar árbitros).
Un dato resulta más curioso para el anecdotario: durante las primeras dos temporadas, no fue un Rossi a quien dirigió (él mismo), sino dos, ya que la gran ausencia de menesterosidad de magia en el Globo se debía, principalmente, a Oscar, o «Coco». Fue, sin dudas, «El Huracán de los Rossi».
Gonzalo Hernán Minici