“Quiero jugar en la Primera de Huracán”
Una frase que los une. Un sueño que los acompaña.
Shayr Mohamed, hijo de Tony, y Jonathan Barijho, hijo del Chipi, son dos figuras importantes del equipo de Quinta División del Club Atlético Huracán. El conjunto que dirige Héctor Balsa se encuentra actualmente en la cima de la categoría, después de lograr un contundente triunfo por 6 a 0 frente a Chacarita.
Shayr y Jonathan se conocen hace tiempo. Desde Novena División, la Quemita es su lugar de encuentro, donde compartieron equipo en miles de partidos. Siempre defendiendo los mismos colores. Los del club de sus amores.
El joven Mohamed, que viste la camiseta que su padre utilizó en el ascenso a Primera de 1990, dio sus primeros pasos futboleros en el Microestadio de la calle Urquiza, que tiene el nombre de su hermano. “Ni bien pongo un pie en la Quemita, siento algo especial”, comenta el juvenil.
“Me cuenta todo mi viejo. Cuando jugaba en Inferiores, su llegada a la Primera y después cuando fue técnico. Son muy lindas las cosas que me dice”, asegura Shayr, que viene de marcarle el gol de la victoria a Boca. “Le pegué desde una de las esquinas del área, por arriba del arquero, y, por suerte, entró”, cuenta el hijo de Tony con una sonrisa.
Jonathan Barijho, por su parte, metió uno de los tantos de la victoria ante el Funebrero. Hecho que lo pone contento por demás, ya que, al igual que su padre, es un enamorado del gol. “Juego de 9, trato de hacer goles. Soy hincha del Globo, como mi viejo”, afirmó el hijo del Chipi.
“Significa mucho jugar en Huracán porque mi padre estuvo acá. Siempre me dice que es una institución muy grande. Igual, no me habla mucho ni me exige. Me deja tranquilo. No hay ninguna presión, ja”, confirma Barijho, que también se muestra alegre por la actualidad de la Quinta: “Estamos muy bien, es un equipo muy unido. Ojalá podamos seguir así”.
Este fin de semana, los conducidos por el Polaco Balsa tendrán una difícil parada ante el clásico de toda la vida: el Club Atlético San Lorenzo. La semana previa se vive diferente, con la cabeza puesta en lograr el mejor resultado.
“Es un clásico y es especial. Ojalá podamos ganarlo”, acota Jonathan, quien utiliza la camiseta con la que su papá le marcó varios tantos a los azulgranas. Shayr Mohamed, por su lado, habla entusiasmado de las charlas que tuvo al respecto con Tony: “Me comenta lo que significa jugar estos partidos. Él (Antonio Mohamed) jugó todos y éste es el que más le gustó”.
Están mentalizados. No solo en el sábado, sino que también en el futuro. Un futuro que, al igual que en el pasado, ojalá los tenga juntos. Pero esta vez, en la Primera División del Globo.
Nicolás Roncoroni
