“Los jugadores de Huracán son guerreros de la vida”
Walter Coffer, utilero del Plantel Profesional de Huracán, conversó con la web oficial y contó que le genera ser parte de la institución de Parque Patricios. Además, comentó como comenzó su historia en el club y se refirió a la campaña del Globo en la Superliga.
-Walter hace ya un tiempo estas a cargo de la utilería del Plantel Profesional de Huracán. ¿Te podemos considerar el jefe de utilería?
Jefe de utilera capaz que me queda grande. Soy el encargado de la ropa, el jefe sería Fernando Salces, que es el Gerente del Plantel Profesional. Yo, con mi humilde trabajo, y mi hijo Ezequiel Coffer sumamos un granito de arena para lo que hoy está haciendo el club.
-Tampoco hay que quitarle importancia a tu trabajo. El Rolfi (Montenegro) se retiró del fútbol después de 21 años de carrera y vos sumás 28 en la utilería…
-Si. En octubre de este año cumplo los 28. Esta es mi segunda familia, salvando la distancia. Es lo que uno siempre soñó hacer. El trabajo no se ve mucho porque la gente termina quedándose con los jugadores ya formados dentro del campo de juego. Para eso hay un proceso, no solo de los utileros. Nosotros nos levantamos 3:15 todos los días para estar 6:15 en la Quemita y tener el vestuario de la mejor forma para cuando llegan los jugadores.
– ¿Cómo fueron tus inicios como utilero?
-Comencé en Defensa y Justicia. Ahí arranqué cortando el pasto, juntando basura y cavando zanjas. Hasta que un día, después de que pasaban y pasaban utileros, me llama un dirigente del club y me dijo que iba a ser el utilero del plantel. Al principio no lo creía y, al otro día, arrancamos con mi hijo, que ya estaba ahí desde los ocho años. Nunca me olvido de mi pasado, siempre estoy agradecido al club que me dio la posibilidad de ser lo que soy. Lo mismo con Huracán, me van a faltar años de vida para agradecerle a toda la gente que me dio esta chance. Empezando por el Presidente, que confió en mí.
– ¿Y tu comienzo en el equipo de Parque Patricios?
-Arranqué acá en Reserva, estuve seis meses, y después pasé a la Primera. Cuando llegué por primera vez y entraban Marcos Díaz, Mancinelli, el Rolfi (Montenegro) y Toranzo no lo podía creer. Tenía unos cuantos años de utilero en el lomo, pero me temblaban las piernas. No sabía de qué manera encargarlo. Ezequiel (Coffer), que ya estaba, me fue guiando. Es algo que no lo termino de digerir por la emoción que me da día a día. También, los viajes que logré hacer al exterior con mi hijo. Nos costó mucho llegar acá, sin ser del riñón de la institución. Hoy vivo, vivo y vivo para Huracán.
– ¿Quién del plantel es el futbolista más puntilloso en los detalles? Sabemos que Israel Damonte tiene sus cábalas, por ejemplo…
-Si, Israel (Damonte) tiene varias situaciones personales. Es una excelente persona y gran deportista. Él usa soquetes y medias cortadas. Ya sé cómo tienen que ser la calza, el short y la remera para entrar en calor. Es quisquillo con el talle. Cada jugador es como un hijo que tenés en tu casa. Toranzo, por ejemplo, usa soquetes súper finos para entrar en calor. Con otra cosa no quería hacerlo. Son partes íntimas que los hace sentir cómodos y nosotros trabajamos para ello. Queremos que el día del partido no nos pidan nada. Esa es la jornada más importante para el utilero. Tenemos todas las herramientas acá en Huracán. Estoy viviendo un momento increíble con mi hijo.
-Este semestre tuviste la oportunidad de estampar la camiseta conmemorativa por el fallecimiento de René Houseman. ¿Qué te generó esta posibilidad?
-Este club es increíble por la gente que marcó historia. Sin ser parte del riñón de Huracán, tener el honor de estampar esto es impresionante. Tuve la posibilidad de conocerlo, me pareció una persona fuera de serie. Como decían todos, era un loco muy lindo. Las palabras que cambié con él fueron siempre de fútbol. Me queda el recuerdo de conocer alguien lleno de alegría. Fue un orgullo hacerle este pequeño homenaje.
-¿Y la del retiro de Daniel “Rolfi” Montenegro?
-Tuve una relación más cercana y fluida. Tengo que sacarme el sombrero con él. En lo deportivo no voy a descubrir nada. Quizás mucha gente no sabe lo que es el Rolfi (Montenegro) como persona. En este corto tiempo que estuve con él puedo decir que es increíble. Entraba al vestuario y, si te veía con mala cara, te sacaba aparte y te preguntaba que te pasaba. Es alguien que le hizo muy bien al fútbol. Se lo que él quiere a Huracán y lo que siente por la institución.
-Con respecto a la actuación del equipo en la Superliga Argentina, ¿Qué explicación le encontrás al resultado que logró el Globo?
-Nada en esta vida se logra si no hay una unión y compromiso en el equipo. Los jugadores de Huracán son guerreros de la vida. Superaron muchos obstáculos, que algunos la gente no sabe. Fue brillante la campaña, también el técnico. Todo el mundo apoyó. Eso se logra cuando hay un compromiso global. Desde el que lava la ropa hasta el máximo de los dirigentes. En el momento en que se suman todas estas cosas, sucede lo que pasó en esta temporada.
Nicolás Roncoroni