
“Los chicos de Huracán están muy bien formados»
Scott Pearson, dueño de la Empresa Argentina Fútbol Tours, habló en exclusiva con la web oficial sobre los amistosos que disputó la Academia Blackwatch Premier ante los juveniles del Globo en la Quemita. Además, el norteamericano destacó la relación que tiene con Alejandro Nadur y se refirió al pase de Romero Gamarra al New York Red Bulls.
– ¿Qué podés contar de tu empresa Argentina Fútbol Tour?
-Arranqué la empresa hace cuatro años. Pasó el Sub-20 de los Estados Unidos, la Sub-17 del Fútbol Femenino de Estados Unidos, esta academia –Blackwatch Premier- y un par más.
– ¿Qué te genera acompañar a estos chicos en estos partidos que disputan en la Argentina?
-Me pone muy bien. Hace cinco años que estoy acá. Esta es la primera vez que este plantel viene a la Argentina para conocer al fútbol argentino. La idea que tratamos de brindar es una experiencia única. Buscamos que equipos americanos puedan jugar contra argentinos y vean cómo se vive el fútbol juvenil, tratando de sacar la mayor experiencia y responder por qué hay tantos argentinos en todos lados del mundo. Especialmente, en el fútbol europeo. Los chicos la pasan bien, son difíciles los partidos. Lo saben, pero quieren venir igual porque esta oportunidad es única. Pueden jugar en Europa, pero no es lo mismo.
– ¿Se nota la diferencia entre enfrentar a un equipo europeo o norteamericano a uno argentino?
-Si, es una mezcla de todo. El ambiente, las canchas son diferentes. El clima, también. Pero el nivel del jugador argentino es lo que marca la diferencia. La garra y las ganas que ponen en cada minuto del partido, no te dejan espacios ni respirar. Eso pone muy incómodos a los rivales. Son las experiencias que necesitan estos chicos. Por un tema cultural, la mayoría de los jugadores argentinos vienen de situaciones personales complicadas y humildes. El fútbol es la única manera de salir para muchos. Esa pasión se muestra en la cancha, algo que no tenemos en Estados Unidos.
– ¿Cómo fue el arreglo para disputar esta serie de amistosos frente al Club Atlético Huracán?
-Tengo una buena relación con Alejandro Nadur. Fui la persona que vendió al Kaku Romero Gamarra al New York Red Bulls. Con su permiso, me puse en contacto con Néstor (Apuzzo) para arreglar estos partidos. Alejandro (Nadur) es un caballero de primera. Una persona que tiene mucho para darle a Huracán, transparente y honesto. Trato de acercarme a la gente del fútbol con valores de honestidad y transparencia, y no tenía dudas de llamar a Alejandro (Nadur). Es alguien de mi confianza en la Argentina. No dudé en llamar, pedir una ayuda y, en dos horas, teníamos todo arreglado para venir a la Quemita.
– ¿Qué opinión te merece el rendimiento de los chicos norteamericanos? ¿Y el nivel de los de Huracán?
-El de Huracán es otro nivel. Los chicos están muy bien formados. Juegan con una pasión diferente. Capaz que, como Néstor (Apuzzo) los estuvo viendo, le ponen un plus. Los jóvenes americanos, por su lado, tienen mucho para crecer. Estamos en una época en Estados Unidos que, con todo lo que tienen a mano, hay mucha distracción en relación al fútbol. Play, tablets y otros deportes… Es otro mundo para ellos. Estos chicos entrenan dos veces por semana. Los martes y los jueves, y el sábado juegan partido. En Huracán se entrenan todos los días. La diferencia se nota con el paso de los años.
-Contabas de tu participación en la venta de Alejandro Romero Gamarra, ¿qué esperás del Kaku en la MLS?
-No tengo dudas que el Kaku (Romero Gamarra) va a andar muy bien. Es una persona que tiene una técnica fenomenal. Es humilde, honesto y transparente, una buena persona. Quiere crecer y ganar muchas cosas. Está muy feliz que esto se dio y muy agradecido a Huracán por todo lo que le dio a él y a su familia. Le falta un poco de ritmo porque fue una transferencia muy prolongada. Estuvo dos meses parado y, por eso, estamos tratando con Red Bulls de que agarre ritmo. La idea es que juegue en la vuelta de la Champions CONCACAF en New York. Ahí lo van a presentar, creo que es el 1ro de marzo. Hablo con él casi todos los días y está muy contento. Ese tipo de personas no se encuentran todos los días, es único para mí. Lo veo como a un “hermanito”. Hicimos un sacrificio enorme, fue una negociación muy difícil. Pero ya estamos felices.