
La Quinta con herencia quemera
El Polaco Balsa comanda la batuta. Su experiencia fuera y dentro de la cancha, le permite estar suelto frente al micrófono. Hecho que los jóvenes Mohamed y Barijho todavía no tienen asimilado. ¿Jóvenes? Si, jóvenes. Porque no hablamos de Tony y Chipi, sino que de sus hijos, Shayr y Jonathan.
Shayr Mohamed es una de las piezas claves del equipo de Quinta División del Club Atlético Huracán. Su buena pegada le dio, hace unas fechas, la victoria al Globo por 1 a 0 ante Boca en el Campeonato Juvenil de AFA. Ojo, Jonathan Barijho no se queda atrás. En la última jornada, el punta metió un tanto en el triunfo contra Chacarita.
Dos apellidos fuertes. Dos apellidos que tienen una historia arraigada a Parque Patricios. Dos apellidos que cuentan con un objetivo a futuro. “Quiero jugar en la Primera de Huracán”, afirman ambos jugadores con entusiasmo.
“Juego de 9, trato de hacer goles. Soy hincha del Globo, como mi viejo”, se presenta Jonathan. «Para mí significa mucho jugar en Huracán porque mi viejo estuvo acá. Siempre me dice que es una institución muy grande”, comenta el hijo del Chipi, que viste una de las camisetas que su padre utilizó en su estadía en la institución.
Shayr, que también lleva consigo una prenda de su papá, comenta las charlas que tienen con Tony y recuerda la anécdota del gol errado cuando vestía la camiseta de Boca: “Me cuenta todo. Cuando jugaba en Inferiores, su llegada a la Primera y después cuando fue técnico. En ese partido, el Polaco (Balsa) le sacó la pelota, ja. Son muy lindas las cosas que me cuenta”.
Héctor Balsa busca en todo momento llevar tranquilidad. Sabe de la trascendencia que tienen esos apellidos y por eso los aconseja. “Les digo que piensen en otro apellido a la hora de entrar a la cancha para estar más relajados. Lo hago para que no tengan ese peso. Es difícil, porque tienen mucha historia en el fútbol y más en Huracán”.
Los Mohamed y los Barijho no fueron los únicos con historia en el club. El Polaco recuerda emocionado la suya: “Levantarte a la mañana y venir al club es maravilloso. Me inicié en esta institución a los 7 años. Cuando me fui, estaba en la cancha 2 y no había nada. Fue en el año 1994. Volver y encontrarme con esta gente es maravilloso”.
La Quinta División quemera está transitando una gran actualidad. Con la victoria del último fin de semana ante el Funebrero, Huracán quedó en la cima de la categoría. “Estamos muy bien, es un equipo muy unido. Ojalá podamos seguir así”, asegura Jonathan Barijho con una sonrisa.
“Lo que más destaco es el grupo que se armó. Los que no juegan, van a ver a sus compañeros. También, tienen un enorme compromiso, actitud y humildad. Estos dos chicos (Mohamed y Barijho), con el apellido que tienen, son tremendamente humildes”.
El buen momento tiene una pausa. Se viene una jornada especial. El próximo rival es San Lorenzo, el clásico de toda la vida. “Es muy especial y lindo jugar un clásico”, afirma el hijo de Tony, que agrega: “Mi viejo me cuenta lo que significa jugar estos partidos. Él (Antonio Mohamed) jugó todos y éste es el que más le gustó”.
“No habla mucho ni me exige. Me deja tranquilo, estar sereno. No hay ninguna presión, ja”, cuenta Jonathan sobre su charla con el Chipi. “Es un clásico y es especial. Ojalá podamos ganarlo”, cierra Barijho.
Héctor Balsa, Shayr Mohamed y Jonathan Barijho agarran su ropa y se alejan de la cancha 4 de la Quemita. Para el Polaco cada paso es un recuerdo, mientras que para los jóvenes, una nueva experiencia. Pero lo que está más que claro es que a los tres los une algo: El amor por Huracán.
Nicolás Roncoroni