
«La peluquería de Don Araujo”
Una de las costumbres más lindas del fútbol argentino es el bautismo a los jóvenes que realizan su primera pretemporada con el Plantel Profesional. En esta ocasión, las cinco víctimas fueron Rodrigo Cabral, Santiago Hezze, Sebastián Ramírez, César Ibañez y Ezequiel Navarro, mientras que los looks estuvieron a cargo del capitán del equipo, Carlos Araujo.
Faltan cinco minutos para la hora del desayuno en el Hotel Howard Johnson de Ezeiza pero ya hay dos sillas ocupadas. La imagen se repetiría todos los días de la pretemporada: Santiago Hezze y Ezequiel Navarro llegan antes que el grupo. Lo que no saben las dos promesas del Globo al igual que el resto de sus compañeros debutantes en el Plantel Superior es que nada los puede salvar de una improvisada parada por el coiffeur.
“¡Peluquería!”, se escucha desde una habitación con una voz jocosa acompañada de otras risas. Los condenados saben que el look es inevitable y empiezan a desfilar. Con la ayuda de Mauro Bogado y Nicolás Cordero, el ‘Pipi’, a cargo de las tijeras, comienza con el ritual. Entre los gritos, se escucha a Navarro, ya con menos pelo y a carcajadas: «¡Me hizo el corte de Chimino!«. Sigue el turno de Cabral, al que el capitán ‘quería agarrar’. En los días siguientes, el más chico del plantel le agradecería las palabras de aliento y los consejos, además del nuevo estilo, pero sin anticipar que sería el apuntado para la última iniciación. El grupo de la Sub-21, comandado por Lucas Merolla y Norberto Briasco, le dio la bienvenida con una ‘invasión’ a su cuarto.
Tras cuatro días en los que convivieron con cinco personajes y sus pelos locos, los más grandes se apiadaron y raparon ‘a cero’ a los chicos que sufrieron el frío en sus calvas y el constante grito sarcástico de los profes: “A ver si se separan los peladitos que son todos iguales”, en lo que fue el final de la preparación en Ezeiza de cara al segundo semestre de 2019.
Rodrigo Germán Da Silva