«Huracán para él era todo» – «Ringuito» Bonavena
Boxeo

«Huracán para él era todo» – «Ringuito» Bonavena

Un 22 de mayo de 1976 se nos iba en un Globo al cielo Oscar Natalio “Ringo” Bonavena. A 37 años de la desaparición física de uno de los ídolo más grandes de la historia de Huracán, lo recordamos con el cariño y amor que él tenía por nuestro club dialogando con su hijo Natalio “Ringuito” Bonavena.


                   «Piti» de Las Pastillas del Abuelo tributo a Ringo Bonavena

¿Que recuerdos tenes de tu padre?

Yo era muy chico en ese momento. El recuerdo que me queda es que era una persona muy querida para toda la gente. Por eso a su velatorio fueron 120 mil personas. Después de Perón y Gardel fue el velatorio mas concurrido de la Argentina. Es lo que dejó él y el carisma que tenía.

Eras muy chico ¿Tenés recuerdo de alguna pelea?

La única pelea que yo fui a ver fue la última acá en Argentina. En el año 1975 con Gorosito en el Luna Park. La verdad que la pase mal, porque cuando le pegan a tu viejo no te gusta para nada.

Ringo es un símbolo de Huracán, ¿Qué representaba para él Huracán?

El lo nombraba a todos lados donde iba. El siempre decía que si hubiera sido jugador, hubiese jugado en Huracán. El siempre comentaba que hubiera jugado de 2, en el fondo. Y si alguien lo quería gambetear le pegaba una patada o una trompada. (Risas) Huracán para él era todo. Una vez en una nota dijo “Yo antes que salir campeón del mundo yo, quiero que salga campeón Huracán”. Él me heredo este amor al Globo, y yo a mis hijos.

¿Estás ligado al club? Hace algunos años colaboraste con la remodelación del gimnasio.

Ayudamos con el gimnasio de boxeo, y hablo seguido con los muchachos de boxeo para ver cómo andan o qué necesitan. Nunca estuve ligado al club, porque además de fútbol hay mucha política y no estoy interesado en eso. Yo soy un tipo que va a la cancha y no hago nada para que me vean. Soy de hablar poco, y no hacer tanto alboroto por ser el hijo de Bonavena.

Cuando se acercan fechas importantes, ¿Qué sentís al revivirlas?

A veces bien, a veces no tan bien. Pero considero que hay que vivirlo con alegría. Lo tengo más presente en la fecha de su nacimiento, que en la fecha de su fallecimiento.

¿Qué sentís al ver el nombre en la tribuna, al escuchar canciones dedicadas a él o ver una estatua en frente de la Sede?

Es un orgullo para uno. Sabemos que mi viejo fue un icono de los barrios porteños y mucho más de Parque Patricios. A uno le da orgullo y lo hace sentir bien. Te corre un cierto escalofrió cuando ves todo eso.


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Nota: Juan Cirino
Departamento de Prensa
«Huracán, el corazón de Buenos Aires»