#HistoriaQuemera ¿Sabías que por Huracán pasaron tres italianos y sendos tres fueron campeones?

Según datos de la Cornell University de Nueva York, 3 798 925 italianos pisaron Argentina entre 1861 y 1920 durante la gran ola de inmigración europea al país. Esto, sumadas a las otras nacionalidades entrantes, generó un choque social y etno-cultural que derivó en la sangre, el origen y el apellido que muchos argentinos llevan hoy en la savia de su árbol genealógico. En Huracán, retazos puros de los ingresos desde «La Bota», se manifestaron en tres jugadores que coincidieron en el tiempo de mayor esplendor quemero: la «Década de Oro» de los años veinte.

El primero en arribar al elenco huracanense fue Miguel Ginevra, apodado «Barrilito». Fue uno de esos wings derechos de la galería estelar del club, que se desempeñó en un tiempo constructivo, entre 1917 y 1923. Se prestó en 88 juegos marcando 12 goles, y se consagró bicampeón en las ligas de 1921 y 1922, mas no conformó equipo en las copas nacionales de 1920 y 1922 (en esos tiempos, los clubes solían armar, de su plantel total, una suerte de «selección» para afrontar esos certámenes).

El segundo, el inmarcesible, grandílocuo y eximio Carlos Nóbile; el «Tano» de La Quema por excelencia. Back derecho de la dupla defensiva más exitosa de todos los tiempos huracanados, es, junto a Vázquez y Onzari, y tras Chiesa y Pratto (su ladero), el tercer máximo campeón del Globo: campeonó en los cuatro Campeonatos (1921, 1922, 1925 y 1928) y las dos Copas Ibarguren (1922 y 1925) del decenio. Es el futbolista extranjero más insigne de Patricios y, con 170 juegos, el más presente.

Tercero, Humberto Spacarotella. Jugó poco, hizo mucho: dos partidos le bastaron al wing izquierdo para marcar un gol en 1928. Glorió en el «Ballet Blanco».

Gonzalo Hernán Minici