#HistoriaQuemera Primera “Palomita” del fútbol hecha por un quemero
El 15 de agosto de 1929 no fue un día más para el fútbol. Durante aquella jornada, en un amistoso entre la Selección Argentina y el Bologna de Italia (de gira por el país), se originó una proverbial jugada que luego atravesó décadas y continentes. Un vuelo rasante, quimérico en ese lejano ayer, que se viste del reflejo más bélico, epopéyico y arriesgado que un deportista puede obsequiar. Pablo Bartolucci, su creativo autor, la retrató y dejó patentada en el diccionario futbolero para siempre: «rechacé de «Palomita»», declaró después del partido.
Eso sí, la obra tuvo un «laboratorio» mucho más mundano que un estadio: la laguna de Sarandí, donde el mediocampista solía disfrutar tardes de potrero. En una encantada ocasión, un amigo suyo le arrojó un balón en medio de una zambullida y «Bartolo» lo impactó mágicamente en el aire, ante la perplejidad de sus colegas. Mezcla de improvisación, audacia, azar y un inmejorable oportunismo, había nacido una maniobra. Así la ensayó una, y otra, y otra vez, hasta que la adoptó como propia para luego trasladarla en repetidas coyunturas al fervor del verde césped.
«Palomo» fue todo un icono de su tiempo. Campeonó en Huracán dos veces como jugador y una como técnico; calzó los colores patrios y, además, defendió los derechos de los futbolistas al ser, junto a Settis (del Globo) y Scursoni (ex Quemero), el principal instaurador de la profesionalización del balompié nacional. No obstante, en este día se lleva las miradas un detalle: le cabe el saco de mítico fundador de «la Palomita».
Gonzalo Hernán Minici