#HistoriaQuemera Homenaje a Jaime Chavín
Tan lindo recuerdo ha dejado Jaime Chavín que hasta el poeta Homero Manzi lo menciona en algún texto como “el Rusito, con el pañuelo colgado del bolsillo trasero de su largo pantalón azul”.
Los primeros pasos de este entrerriano (Concepción del Uruguay) nacido el 25 de julio de 1899 fueron en el Alsina Juniors, club de Patricios, aunque a los 17 años ya había debutado en el Globo. Lo reconocían porque siempre colgaba de su pantalón un fino pañuelo blanco, pero también se lucía como un malabarista, pues hacía lo que quería y después mandaba el centro preciso. Era hábil como un wing, pero le gustaba la fantasía, y por él es que surge el clásico grito que se convirtió en un emblema: “Metéle Chavín”.
Si bien Laguna y Alberti eran los jefes en Huracán, fue Chavín quien se convirtió en un verdadero ídolo tras la obtención de los primeros puestos en 1917: lo llamaron de la Selección, lo pidió River para ganar su primer campeonato y hasta le dedicaron los tangos «Huracán al Freno» y «Chavín».
En 1921 retornó al Globo para ser campeón en su club y en la Selección. Pero su rodilla ya no aguantaba más y aunque lo querían poner en todos lados, el “Ruso” prefirió parar.
Se lo había acusado de profesional, pero Jaime era un tipo leal y sacrificado por los amigos. Siguió con su empleo en la casa Louis Dreyfus, donde también aportó sus dotes futbolísticas y mantuvo simpatías con Huracán hasta que lo alcanzó la muerte a los 71 años, en Buenos Aires, el 20 de julio de 1971.
Pablo Viviani