#HistoriaQuemera ¡Feliz cumpleaños, «Wanchope» Ábila!

En Córdoba, tierra de «5» quemeros, el 14 de octubre de 1989 nació un cantar a la gloria reciente de club: Ramón Darío «Wanchope» Ábila, campeón bombardero de redes, del Globo de Newbery al mundo.

Abanderado por su gracia demostrada, llegó a los Patricios en las albas de un 2014 digno de cuento: el primer 20 del año firmó su vínculo, uno que, sin saberlo, sería por y para siempre. Sus arcas personales, a fin de cuenta, son inmensamente vastas en el Parque: campeonó en la Copa Argentina 2014, la vuelta olímpica más ansiada, tras cuarenta y un años sin gritar «¡Huracampeón!»; devolvió a La Quema a su única categoría por nobleza, la máxima; alzó la Supercopa Argentina 2014, la «Estrella Trece», reivindicando la certeza: el «Gigante Dormido» había despertado; paseó sus estocadas de gracia por América toda; pintó sonrisas en los rostros de los raneros; llenó sus bocas de aquel hermoso e infinito grito sagrado; escaló a la cima de Sudamérica, siendo uno de los mejores alpinistas; también en estadísticas de ayer y de hoy; regaló tantos «hoy» felices al Pueblo Quemero. Por todo esto, por tanto más, su importancia: es ovacionado en cada rincón habitado por un retazo blanco y rojo con sombra de antaño verde. Es aplaudido sin prudencia (no la merece). Es tatuaje en pieles y fue estampa en camisetas, incluso, hasta las más humildades del país.

Tuvo varios socios de remembranza; Espinoza, como clave más relevante, fue fuente de dieciocho de sus gritos. Empero, Toranzo, Martínez, Bogado, Puch y más, también supieron abastecerlo. Laderos en guerra, bastantes otros: Díaz, su perfecta contracara; Mancinelli, Domínguez, Vismara, Pussetto, Salcedo, entre fieles al presente a sonrisas. Sus tantos gestan un cuadro muy variopinto: caños, sombreros y espléndidos acrobatismos se mezclan en el plato principal de su menú. Con 58 goles oficiales en dos ciclos es el décimo tercer goleador histórico huracanense, tras Masantonio (270), Brindisi (172), Baldonedo (167), Babington (130), Chiesa (110), Houseman (109), Stábile (104), Méndez (86), Laguna (81), Onzari (72), Avallay (72) y Salvini (64), aunque con una salvedad: es el máximo de las últimas cuatro décadas.

Pese a su hiperapego a la esencia huracanada, tiene más itinerario. Lo que sigue es su andar a hoy: Instituto (2008-2011; 2013); Sarmiento (2011-2012); Morón (2012-2013); Huracán (2014-2016; 2017); Cruzeiro (Brasil; 2016-2017; campeón de la Copa de Brasil 2017); Boca (desde 2018; campeón de Primera División 2017/2018).

Huracán celebra, reconoce y levanta una (otra) copa por uno de sus grandes ídolos de los tiempos modernos, aunque su marca haya trascendido las fronteras temporales.

Gonzalo Hernán Minici