#HistoriaQuemera ¡Feliz cumpleaños, «Maestrico» González!

La bandera de Venezuela abrazando al Globo de Huracán: el 1 de octubre de 1982 nació César Eduardo González, ese «Maestrico» tan maestro en tiempos de dulce memoria.

En el despertar del milenio iluminaron sus albas balompédicas; hasta 2004, jugó cuatro años en el Monagas de su país, donde ganó su apodo a puro despliegue. Mudó su talento a tierras vecinas, entre el Atlético Huila (2004) y Deportivo Cali (2005) de Colombia, para luego devolvérselo a su tierra natal a través de Caracas, entre 2005 y 2007, ganando dos ligas de Primera. Por consiguiente, se mudó al sur del continente colonizado por Colón, y Colón (2007-2008) fue su primer paraje en Argentina.

Con ese equipaje llegó a las puertas del Palacio Ducó, para, sin necesitar mucho tiempo, transformarse en la mejor cara de cara al Apertura 2008; uno de los más vistosos del torneo del Centenario Quemero, y el primer (y, a hoy, único) venezolano en pintar los vivos rojos adornando el mar blanco del cuadro del Huracán más grande entre todos ellos, nada menos. Al Campeonato siguiente, fue uno de esos locos que se animó a la obra lúdica en medio de un fútbol atravesado por tanta vehemencia y ansia urgente de resultados inmediatos. Integró un once memorable y, con la «11» en su espalda, causó alucinaciones. Notable era su ida y vuelta. Su pegada, distinguida; en ese equipo de lujosos, era el dueño de las pelotas paradas. Tuvo grito de gol, tuvo toque preciso y pausa certera. Volante ofensivo, engranó perfectamente a los Pastore con los Defederico y los Bolatti. Entonó siempre con gran altura y con gran alegría es hoy recordado. En el después de la despoja del juego final, no tuvo más juegos en el Parque. Totalizó treinta y cuatro con cinco marcaciones. Y así, el paso de la perla traída del Caribe.

Tras los aires huracanados, vistió colores de San Luis (México, 2009-2011), Gimnasia (2011), River (2011-2012), Deportivo Táchira (Venezuela; 2012-2016 —campeonando en la máxima categoría—), Coritiba (Brasil; 2016) y Deportivo La Guaira (Venezuela; desde 2017). En paralelo, fue siempre, incluso mientras su caminar «ranero», un referente de la Selección de su suelo. Desde 2001 integró combinados juveniles y en 2004 debutó en mayores. Vivió con distinguida labor las eliminatorias de los Mundiales 2006, 2010 y 2014, y las Copas América 2007, 2011 (la mejor de su patria) y 2015. Las crónicas lo visten como uno de los venezolanos más destacados del fútbol argentino; quizá el más. Mientras tanto, sus huellas en Patricios, lo vuelven el embajador de Huracán en Venezuela por excelencia.

Gonzalo Hernán Minici