#HistoriaQuemera ¡Feliz cumpleaños, Claudio Marangoni!

Este día La Quema celebra a un histórico que dejó huellas en su historia: Claudio Oscar Marangoni, un hombre que mucho sabe sobre cumplir, cumple un año más. Nació el 17 de noviembre de 1954.

Altura (en más de un sentido), físico de porte para el deporte, completitud, entrega, quite y elegancia eran algunos de los atributos que conformaban a «Maranga». Y fue su conformación una de las claves de su posterior excelencia: comenzó de 9, luego de 10 y finalmente de 5; acostumbrado a resolver en espacios chicos, se le abrió la cancha. Y el tiempo, que tan bien dominaba: era rápido, aunque parecía moverse en cámara lenta. Manejaba y pasaba muy bien el balón. También, le pegaba de lejos.

Debutó en Chacarita, brilló en San Lorenzo, deslumbró en el Sunderland inglés, explotó en el Globo, campeonó en Independiente y se retiró en Boca (de todos). Un jugador querido por cuatro grandes clásicos entre sí no se encuentra con facilidad. Hoy, en su recuerdo, el Mundo Huracán lo puede reflexionar. Repatriado desde Inglaterra justo antes de la guerra de Malvinas, su arribo al Quemero tuvo bastante de cobijo: antes de partir del club azulgrana, los dirigentes de aquel le garantizaron prioridad ante su futurible regreso al país; cuestión que olvidaron luego. Entonces, en Parque Patricios encontró una casa, y como en la suya se sintió: fue el mejor jugador huracanado de 1981 en los dos torneos. Incluso, el destino revanchista quiso que le gane el duelo a los de Boedo en el año de su descenso. También escuchó aplausos en 1982, cuando el cuadro blanco y rojo terminó invicto frente los grandes restantes. Se anotó cincuenta y ocho presencias y once goles en dos años que le bastaron a su vastísimo talento para quedar en el corazón de los hinchas y entre los mejores centrocampistas de las crónicas huracanenses sin grandilocuencia alguna; para entenderlo a la distancia, era un 5 a lo Bolatti. Y la comparación encuadra gran mutualidad: al cordobés, de pibe, le decían Marangoni.

Kinesiólogo, fisiatra, con profesorado de inglés terminado, ex ayudante de cátedra de histología y amante del estudio y la lectura, quien supo ganar cinco títulos (cuatro internacionales), jugar en la Selección, y totalizar 602 partidos con 78 gritos, desde 1984 maneja la escuela modelo de fútbol y deportes que lleva su nombre.

Gonzalo Hernán Minici