#HistoriaQuemera ¡Feliz cumpleaños, “Chocolate” Baley!

Chocolate, chocolatín… Como sea, ¡ese negro sí que atajaba! En realidad, su apodo de pibe era “Chiche” y su nombre completo es Héctor Rodolfo Baley.  Nació en Ingeniero White, cerca de Bahía Blanca, el 16 de noviembre de 1950.

Se inició en el arco de Puerto Comercial tal como lo hizo su padre, quien también fue convocado para jugar en la Liga del Sur.  Pero Héctor siguió camino a La Plata y atajó por Estudiantes hasta 1973, cuando partió a Santa Fe para cuidar el arco de Colón.

En 1976 recaló en Huracán, donde se convirtió en todo un símbolo.  Tenía mucha personalidad y era rápido de reflejos. Cada una de sus presentaciones era un espectáculo ya sea por su anticipo en cada jugada de riesgo, por el humor, porque se atajaba las difíciles o le hacían las fáciles.  Lo convocaron también a la Selección, donde ratificó su calidad formando parte del plantel que jugó el Mundial ’78.

Tanto lo quiso la hinchada quemera que le inventó la canción: “Que lo miren a él, que lo miren a él; no es Fillol ni e’Gatti, este es el Choco-Choco Baley”.  Inclusive, años más tarde lo mencionaría la banda de Los Piojos en un fragmento que canta «se volvió loco y dice que es Baley, ahora la yuta a veces lo encierra y escucha la lucha del Globo campeón».

En realidad, con el Globito fue subcampeón en 1976 y pudo jugar 112 encuentros hasta 1978.  Su figura se diluyó aunque siguió con éxito por Independiente, en la Selección y en Talleres de Córdoba, ciudad en la que finalmente se radicó.

Pablo Viviani