
“Éste tenía que ser nuestro año, y no lo dejamos pasar”
Daniel Vandevoorde, preparador físico del plantel superior de hockey sobre césped, habló en exclusiva con la web oficial del Club Atlético Huracán sobre el brillante 2017 que tuvo su disciplina. Daniel relató sus experiencias, cómo vivió el ascenso desde adentro y las expectativas para lo que se viene.
A principios de 2016, cuando Daniel entrenaba a la cuarta división de fútbol, vio la oportunidad de expandir su conocimiento en una actividad distinta, con un plantel de mujeres, un palo y una bocha. Lo que nunca supo es que en menos de dos años iba a conseguir el logro más importante de todos: el primer ascenso en la historia de la disciplina.
Llegada a la disciplina.
“Fue muy lindo para mí, una experiencia muy loca. En ese entonces yo estaba trabajando en el fútbol amateur de Huracán, en la cuarta división. Fue en febrero del año pasado, iba caminando por La Quemita y me cruzó una camioneta blanca. Bajó una persona y me preguntó si yo era el profe de la cuarta, a lo que le respondí que sí y ahí mismo me propuso trabajar en hockey sobre césped. “Sí, encantado”. Abel Poza me comentó cuáles eran los días y horarios y, como encajaba todo, ahí mismo me presentó en el quincho de hockey al DT de ese entonces, Andrés Díaz, y a la capitana de Primera. Era temprano así que les dije que iba a ir a mi casa a cambiarme y volvía, porque esa misma tarde arrancaban la pretemporada. Ellos pensaron que no iba a volver, pero a las cinco de la tarde ya estaba ahí. Conocí a las chicas y así arrancó toda esta aventura”.
Los años de trabajo en este deporte.
“Fueron muy intensos. Me pasó todo muy rápido. Porque el primer año, cuando empecé, desconocía todo lo que era el mundo del hockey. Por suerte, estaba estudiando en el CeNARD la preparación física específica de las mujeres en el deporte. Y así pasó un año sin pena ni gloria: era entrenar, salir a jugar, no pelear por nada. Y cuando empezó este año se planteó el tema del ascenso, por cómo se daba el fixture y el formato del torneo. De ahí, el furor de todos nosotros, estar enfocados en cada entrenamiento y en cada partido porque éste tenía que ser nuestro año, y no lo dejamos pasar. Propusimos una buena pretemporada con las chicas, y acá quiero destacar el grupo humano que tiene esta actividad. Mucha humildad, solidaridad, entrega. Este año fue maravilloso, lo coronamos con la Intermedia campeona de la primera rueda y el ascenso de la mano de la Primera”.
Sensaciones sobre el ascenso logrado.
“Siempre cuando un profe, un técnico, una jugadora o un dirigente comienza el año, sueña con lograr un objetivo. Pelea y trabaja para lograrlo, o por lo menos para llegar lo más lejos posible. Cuando propusimos armar la pretemporada con el DT Alejandro Petenello, sabíamos que íbamos a tener que “tirar toda la carne al asador”, como quien dice. Fue muy dura. Pero más allá de la pretemporada, el año fue desgastante porque no bajamos las cargas. Nosotros peleamos hasta dos fechas antes del final del torneo para ver si ascendíamos o no. Lo que yo rescato de las jugadoras es que se lo bancaron todo y, cuando caigo en que ascendimos, lo celebro con mucha felicidad y cariño. Es algo que anhelamos mucho. Y lo lindo es que lo pude festejar con el grupo con el que compartí muchas cosas y con el técnico. Es algo que plasma el trabajo de todo un año, coronándose con el ascenso”.
Crecimiento personal y profesional.
“Yo crecí mucho en lo profesional, esto es un logro importantísimo para mi carrera, tanto como lograr algún título en fútbol. Para todo profe conseguir algo así es fundamental, es maravilloso. Y en cuanto a las chicas, el valor agregado fue que se hayan abierto a que yo trabaje con la parte física en cada una de ellas. Con distintos cuerpos, edades, formas de vida. A principio de año se trajo a un antropometrista, se midió a las jugadoras, se las pesó, se les tomaron los test. Y éste fue para mí el punto en donde ellas tomaron conciencia de que, si no hacíamos esto, iba a ser muy difícil conseguir algo. Necesitábamos el sacrificio de todos”.
Expectativas para 2018.
“Mis expectativas son las mismas que tuve en el 2017, aún más porque ahora jugamos en otra categoría y cargamos con un ascenso. Hay que ser protagonistas. Por mi parte, me queda planificar una pretemporada más dura porque, te repito, es otra división y la exigencia es mayor. Además, en este club las esperanzas se me renuevan año tras año. Me encanta trabajar acá, me siento muy cómodo tanto en hockey como en fútbol, y amo lo que hago. Y adoro al grupo humano que tiene este deporte”.
Mejores momentos en Huracán
“Me quedo con dos. Cada sábado, el momento en que mis jugadoras entran a la cancha a jugar. Esa imagen queda para siempre en mi cabeza. Y después, obviamente, el último partido en La Quemita, contra Florencio Varela, ver la cancha de hockey llena de gente y el festejo enardecido al final, cuando nos abrazamos con las chicas y lloramos de la emoción. Porque después de casi 20 años se logró algo tan importante en el hockey, y se logró con este grupo, que es maravilloso. Estoy muy agradecido: a mis jugadoras, al técnico, a los dirigentes y, obviamente, al Club Atlético Huracán”.
Julieta Míguez