Aniversario de la muerte de Jorge Newbery

Homero Manzi, en su texto sobre la inauguración del Palacio Tomás Adolfo Ducó, definió a Newbery como “el príncipe de los deportes argentinos, aquel de la sonrisa triste y la muerte gloriosa”.

Un accidente en la incipiente aviación que nacía le quito la vida en Mendoza, en el campo Los Tamarindos, en un vuelo de prueba antes de enfrentar el desafío de cruzar por el aire a la Cordillera de Los Andes.

Cuando el “Negro” Laguna, capitán y Presidente del Club que se anclaba en Parque de los Patricios, le pidió autorización para usar en la camiseta la imagen del Globo aerostático, aquel que llevaba el mismo nombre que el sueño hecho fútbol que daba sus primeros pasos en una barriada humilde, buscó que el sueño volara alto, tuviera la audacia y la valentía de Newbery había tenido con ese Globo Huracán al concretar la hazaña de unir tres países en su andar cerca del cielo.

Veintiocho días después de la muerte de Newbery, Huracán disputaba su primer partido en la Primera División del Fútbol Argentino. Ganó cuatro a tres a Ferrocarril Oeste en Caballito y el primer gol lo hizo Laguna.

Posiblemente en su festejo miró al cielo y le dedicó ese primer grito al mecenas que había ayudado a Huracán en sus primeras gambetas y había clavado para siempre su Globo en el corazón de nuestra camiseta.

NESTOR VICENTE