«A pesar de lo que está pasando el grupo sigue unido»
Rafael Ferrario, uno de los arqueros quemeros, es otro de los jugadores que, con la suspensión del fútbol, decidió volver a su ciudad natal en Jujuy, Monterrico, previo al aislamiento total obligatorio.
Desde Buenos Aires y mediante colectivos, recorrió aproximadamente 1500 kilómetros para llegar hasta Monterrico, Jujuy. Allí se encontró no solo con su familia, sino también con el club que lo vio nacer como portero y que le abrió las puertas para poder seguir entrenando. Así fue como, una vez establecida la cuarentena obligatoria, siguió con la rutina pero en su casa.
¿Cómo fue tu llegada a Jujuy? ¿Por qué decidiste irte con tu familia?
«Mi llegada fue bastante tranquila. Me vine por medio de colectivos para no entrar en ningún aeropuerto y no poner en riesgo a mi familia. Decidí volver porque tanto yo como mis padres creemos que estar juntos es la mejor manera de afrontar esta situación. También me da más tranquilidad al saber que están todos bien».
¿Cómo se toma esta pandemia en tu localidad? ¿Qué precauciones están tomando?
«Tratamos de tomarnos las cosas con calma pero sabemos que todo el país y todo el mundo está paralizado por esta pandemia así que respetamos las precauciones que pusieron. Hacemos cuarentena en casa, los negocios cumplen el horario dispuesto, sale una sola persona de casa para cuidarnos a nosotros y a nuestros abuelos».
¿Cómo es el día a día de Ferrario hoy?
«Trato de hacer el día a día igual, me levanto temprano, tomo mates. Me pongo a entrenar con lo que me mandan el profe y el entrenador de arqueros, Pablo Campodónico. Después almorzamos en familia y a la tarde hago el segundo turno de entrenamiento. Así va pasando el día entre risas todos juntos, muy feliz».
¿Dónde entrenas?
«El primer día que llegué entrené donde jugaba antes, en el Club Atlético Monterrico de San Vicente. Me abrieron las puertas y tenía cosas para entrenar y hacer gimnasio. Después del pedido de cuarentena obligatoria por parte del Presidente, recurrí a entrenar en la galería de mi casa. Me estoy moviendo con algunos elementos que tengo para hacer fuerza y con la ayuda de mis hermanos que se prenden a hacer ejercicios conmigo».
¿Hablás con Pablo Campodónico? ¿Te especificó algún ejercicio?
«Si, con Pablo y el grupo de arqueros. Tenemos una conversación fluida, donde nos manda los ejercicios, hablamos, hacemos bromas. Eso está bueno porque a pesar de lo que está pasando el grupo sigue unido».
El tiempo que no entrenás, ¿qué hacés?
«Trato de estar con mis hermanos, reírnos porque después me voy y no sé cuándo vuelvo. Mi hermano menor me dijo que le enseñe a atajar, que él quiere ser arquero, de a poco le voy enseñando algunas cosas».
¿Qué recomendaciones podés dar a los más jóvenes?
«Hay que cuidarse a uno mismo y de esta manera cuidar a la familia. Tomar las precauciones de higiene, de desinfección y hacer la cuarentena».
Consciente del difícil momento que está atravesando el país, el arquero del Globo entrena desde su casa con lo dispuesto por el Cuerpo Técnico, siempre pensando en poder cumplir su sueño de debutar en Primera.
Él se queda en casa, vos hacé lo mismo.
Catalina Pace